Sales de casa una tarde más, como otra cualquiera. Vas con el tiempo muy justo, para no variar, y te esperan en media hora para empezar el ensayo. Llegas a la calle, sacas a tu perra guía a que haga el uno y el dos (vaya eufemismos para decir mear y cagar, piensas divertido) y… Seguir leyendo A las diez en casa, me dijo el semáforo